El Convento

LA ORACIÓN

Las hermanas estamos dedicadas a la vida contemplativa y nuestra labor principal es la oración y el trabajo.

El día a día de una carmelita descalza está principalmente centrado en la oración, se podría decir que desde que se levanta hasta que se acuesta.

EL TRABAJO

Otro pilar importante es el trabajo. Solemos realizar principalmente trabajos manuales y artesanales como puede ser coser escapularios o confeccionar hábitos…

También llevar a cabo las labores del hogar, cuidar de nuestra huerta, cuidar a las que ya se encuentran mayores o enfermas…

VIDA FRATERNA

Las Carmelitas dedicamos una parte del día a la vida fraterna, algo a lo que nuestra fundadora, Santa Teresa de Jesús daba mucha importancia. Creía fundamental que las monjas tuvieran también un tiempo de recreo, de hablar, de recibir visitas en el locutorio.

Esto, nos ayuda a después estar plenamente centradas en la oración y en el trabajo.

LA VIRGEN DEL CARMEN

Las Carmelitas Descalzas celebramos el 16 de julio,
la festividad de la Virgen del Carmen, un día de celebración.

Cuenta la tradición que se celebra en este día porque fue cuando Simón Stock, superior de la Orden, le pidió a la Virgen una señal de su protección, el 16 de julio de 1251, se le apareció con un escapulario y le dijo: «Esta es la señal de protección que te traigo. Todo aquel que muera llevando este santo escapulario, no verá las llamas del infierno.»

EL ESCAPULARIO

El escapulario de la Virgen del Carmen es un signo externo de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Virgen
por la inscripción en la Orden Carmelita, en la esperanza de
su protección maternal.

Su distintivo es el pequeño escapulario marrón que recuerda el hábito de las Carmelitas, puede ser una medalla de tela o de metal con una imagen del Sagrado Corazón de Jesús en el reverso.

Las vinculaciones del Escapulario son las siguientes:

  • El que recibe el Escapulario es admitido en la familia de la Madre de Dios y de la Orden Carmelitana.
  • Participa de los privilegios, gracias e indulgencias que los Sumos Pontífices han concedido a la Orden del Carmen.
  • Se beneficia, además, de los méritos, de las penitencias y de las oraciones que se hacen en todo el Carmelo.